El peronismo presentó un escrito en la Cámara Nacional Electoral para pedir garantías en el sistema de recuento provisorio de votos de cara a las elecciones. El apoderado del PJ, Jorge Landau, reiteró en el pedido que tanto en las PASO como en las generales se respalde la transmisión de los datos desde las escuelas con el viejo sistema, que consistía en llevar los datos a la sucursal del correo más cercana.
Las críticas de la oposición al sistema empezaron con el cambio de la empresa a cargo del recuento. Durante dos décadas, el escrutinio fue controlado por la española Indra y este año hubo una la licitación que ganó la venezolana Smarmatic. Desde el peronismo a la izquierda dicen que el software es “hackeable”, que el primer simulacro falló y que temen por la “manipulación de resultados”.
El gobierno contesta que la oposición “está politizando” el escrutinio, que el software es igual que antes y que lo único que cambia es que se hará la transmisión directamente desde las escuelas.
Landau, en diálogo con PERFIL, advirtió que no quiere que la empresa sea desplazada sino que la Cámara Electoral haga una suerte de backup de los votos. Es algo que el gobierno tiene contemplado: fuentes de la Secretaría de Asuntos Políticos dijeron a PERFIL que no se oponen a que eso pase y que, de hecho, cuadruplicaron los centros de transmisión de datos del correo desde 2015.
Admiten “algunas fallas normales" en el simulacro electoral
Pero hay otras críticas que son más sensibles. El PJ, con José Luis Gioja a la cabeza, pone bajo sospecha el software de la compañía. Dice que es de “código cerrado” y que queda en manos de una empresa privada.
También cuestiona que el personal contratado como data entry no sea el mismo de siempre, o sea, del Correo, y que eso se haya tercerizado. “No tienen ningún compromiso para cargar los datos”, manifestaron fuentes del peronismo.
El PJ pidió que le entreguen a los partidos el código fuente del software porque creen que de lo contrario puede haber fraude. En diálogo con este medio, desde el gobierno respondieron que las críticas técnicas son “pura campaña política” y que no hay ningún indicio ni nada que muestre la posibilidad de un fraude.
“El software que usaba Indra era de código cerrado, igual que este. Y además, al igual que en las elecciones anteriores, va a quedar en custodia para que la Cámara Electoral y los partidos puedan revisar la información”, retrucó un funcionario de la Secretaría.
Desde el gobierno creen que el kirchnerismo se ve “perdiendo” las elecciones y que por eso agita la posibilidad de un fraude. “Es la primera licitación pública competitiva que se hace en 12 años y la pierde Indra por precio. El kirchnerismo está haciendo lobby para la empresa”, sostuvieron fuentes de la Casa Rosada.
MC EA